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¿Qué va a pasar con la calefacción central?
¿Qué va a pasar con la calefacción central?
En un principio estaba previsto que a partir del 1 de enero de 2017 todos los edificios con sistema de calefacción central (1,7 millones aproximadamente en España) instalaran dispositivos de medición individuales para cumplir con la Directiva Europea de Eficiencia Energética 27/2012/UE.
 
Pero el Gobierno ha decidido ahora ignorar esta normativa. El pasado viernes 12 de febrero el Ministerio de Industria, Energía y Turismo presentó un borrador de Real Decreto de Eficiencia Energética en el que se elimina la obligación de contar con sistemas de medición individual de calefacción a partir del 1 de enero de 2017, tal y como constaba en el borrador anterior. El Gobierno había aprobado incluso el régimen de sanciones que conllevaba no tener instalados los sistemas de medición individual.
 
Inicialmente, la idea era instalar estos dispositivos, repartidores de costes de calefacción o contadores individuales que debían permitir que cada vecino de los edificios con calefacción central pagara por la energía consumida y no por el porcentaje de participación en la comunidad como se hace hasta ahora.
 
¿Cómo se calcula a día de hoy el consumo de calefacción?
 
Los vecinos de los edificios que cuentan con calefacción central están obligados, a día de hoy, a pagar una cantidad fija al mes por el consumo de sus radiadores. Esta cuota se calcula en función de los metros cuadrados que tiene su vivienda, sin tener en cuenta el uso real que se hace de la calefacción y el agua caliente. Por supuesto este sistema va en contra de conceptos como el de ahorro y eficiencia energética.
 
¿Qué ventajas supondría la descentralización de la calefacción?
 
Gracias a los dispositivos de medición individual cada usuario pagaría sólo por lo consumido, pudiendo controlar el gasto. Además, podría elegir la temperatura más adecuada para su confort y las características de su vivienda. Este sistema significaría también un ahorro energético y una mejora de la eficiencia energética, puesto que el uso racional de la calefacción individual permitiría reducir en 2,4 millones de toneladas las emisiones de CO2 a la atmósfera al año.
 
¿Qué conlleva la decisión del Gobierno de ignorar la obligación de contar con sistemas de medición individual?
 
Esta determinación impide a las familias que viven en edificios con calefacción central poder gestionar su propio consumo en energía y ahorrar hasta 200 euros anuales en calefacción.
 
El Gobierno había aprobado incluso el Real Decreto-ley 8/2014 que determinaba el régimen de sanciones en caso de incumplimiento en materia de consumos energéticos. Dicho texto tipificaba como infracción grave, sancionada con multas de entre los 1.001 y 10.000 euros, “no cumplir con la obligación de instalar contadores de consumo (de calor, frío y/o agua caliente sanitaria) individuales o soluciones alternativas siempre que sea económica y/o técnicamente viable”.
 
Según datos de la Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción, Aercca, en nuestro país sólo hay 100.000 viviendas que tienen ya instalados repartidores de costes de calefacción (cerca de 700.000 dispositivos). Mientras que otros países europeos como Alemania, Bélgica o Dinamarca llevan más de 100 años utilizando este tipo de medidores.
 
De momento, el Gobierno ha decidido no transponer en su totalidad la directiva europea sobre la contabilización de consumos individuales de calor, frío y agua caliente. Por lo que parece que de momento, las familias deberán seguir pagando por un consumo global. Está por ver aún qué pasa con los edificios que ya habían instalado este sistema para evitar sanciones.
 

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